La historia del logo de Mazda
Mazda Motor Corporation inició su andadura el 30 de enero de 1920 bajo la denominación Toyo Cork Kogyo Company, una empresa dedicada a la producción de corcho para juntas, aislamientos y material de amortiguación. Hasta 1931 no salió de su línea de producción el primer vehículo, el motocarro de tres ruedas Mazda-Go. Y, después de aquello, aún hubo que esperar otros 29 años hasta que Mazda fabricara su primer turismo, el R360 coupe, en 1960.
Mazda era una empresa con ambiciones internacionales y las exportaciones a Europa se iniciaron apenas siete años después. En los últimos sesenta años, la vocación de la marca de cuestionar los convencionalismos y buscar soluciones pioneras de ingeniería y diseño le ha llevado a ser la primera marca japonesa en ganar las 24 horas de Le Mans, a poner en el mercado un motor rotativo comercial con el legendario Cosmo Sport 110S, a fabricar el Mazda MX-5, el deportivo biplaza de mayores ventas en todo el mundo y, más recientemente, el motor Skyactiv-X, el primero de producción en serie en todo el mundo con una sofisticada tecnología de encendido por compresión controlado por bujía.
A lo largo de este viaje de un siglo, que ha llevado a un productor de corcho para aplicaciones industriales a convertirse en un fabricante de automóviles global e independiente, el emblema y el logotipo corporativo de Mazda han ido evolucionado al vaivén de la actividad. Actualmente, la edición especial 100 aniversario, presente en cada modelo de la gama actual, lucen un emblema exclusivo con las actuales alas de Mazda superpuestas al logotipo redondo original de la Toyo Kogyo Company.
Jujiro Matsuda fundó la Toyo Cork Kogyo en 1920, cuando regresó a su ciudad natal de Hiroshima después de una brillante carrera como ingeniero en Osaka. En 1927, la empresa se reorientó hacia la fabricación de maquinaria y se rebautizó como Toyo Kogyo. Su logotipo, sencillo pero eficaz, consistía en un círculo rojo con dos pequeños segmentos horizontales. En palabras de Matsuda, reflejaba el deseo de Toyo Kogyo de hacer aportaciones al mundo a través de la ingeniería y su determinación de avanzar constantemente.
El nombre “Mazda” apareció por primera vez en 1934: la empresa iniciaba la producción de motocarros de tres ruedas y, ahora que se apartaba de la fabricación de herramientas y maquinaria pesada, necesitaba un nuevo nombre de marca. El nombre elegido se tomó de Ahura Mazda, el dios persa de la sabiduría, la inteligencia y la armonía. También influyó que Matsuda, el nombre de familia del fundador, tenía una pronunciación muy parecida a “Mazda”. El logotipo era una versión estilizada de la palabra Mazda, lució en los laterales del depósito de combustible del Mazda-Go y apareció en una gama creciente de motocarros hasta 1954.